Su primer libro, “Las viudas de los jueves”, nos permitió conocer un estilo costumbrista pero profundamente conocedor de los caracteres humanos, de las miserias cotidianas, de las debilidades y grandezas de las familias o los círculos sociales.
Esta vez en ELENA SABE, Piñeiro aborda la mecánica del mal de Parkinson. Con una hábil prosa, en donde refleja los procesos lógicos y físicos que la protagonista lleva a cabo a diario, mientras la droga paliativa hace efecto en su sangre, el libro es la lucida representación de los vínculos familiares que nos unen y nos castigan.
Elena, esta atrapada en un cuerpo que no le responde pero se a propuesto saber que fue lo que le ocurrió ha su hija muerta. Recuerdos, diagnósticos, exámenes y pistas deambulan por la narración en forma precisa y escalonada, dejando al lector atado a las palabras, esclavo de saber que ocurrirá cuando la próxima pastilla haga efecto.
Con una unidad temporal innovadora, la novela solo transita una mañana en la vida de la protagonista y con una habilidad forense desbarata los roles clásicos de la victima y el victimario dejando desnudos los retazos de la humanidad mas cruel.
ELENA SABE es una obra imperdible por ser la síntesis eficaz de un relato agudo y directo, que consagra definitivamente a Claudia Piñeiro como una escritora profunda, atípica y definitivamente observadora del mundo moderno que la rodea.
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