El humorista no es solo un retrato vacío, un personaje delirante que transita la realidad con desparpajo. El humorista es un cronista preciso de la realidad. Es capaz de reformular lo diario y analizarlo desprovisto de la gravedad y la seriedad y así, pensarlo mas profundamente que nadie.
Hacer humor es un rol social fundamental. Es la transformación del drama, el revés de la trama que nos permite conocer el verdadero significado de las cosas. Alguna vez Pablo Neruda dijo que “la risa es el lenguaje del alma” y el humorista desarrolla la capacidad única de interpretar esta lengua extraña.
Es por eso que duele la ausencia de aquel que nos provoca risa. Olmedo, Castello, Fontanarrosa. Hoy: Jorge Guinzburg. Se te va a extrañar petiso enorme!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario