Se extraña el doble sentido, el romper los pactos de una televisión acartonada.
Se extraña los chivos y los juegos entre los personajes y los actores.
Se extrañan los ojos ladinos que vislumbraban el remate antes de que se pronunciara.
Dejo películas y miles de hora de televisión.
Dejo personajes imborrables.
Dejo hijos.
Dejo chicos con su remera que no solo lo vieron en repeticiones.
No dejo herederos.
Nos dejo solos.
1 comentario:
Excelente post como siempre!!!!
Posteá algo de Niní Marshal.
Beso
Mariel
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