EL HOMBRE QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE

Para empezar hay que agradecer un espacio en la grilla de la televisión para un nuevo “viejo” unitario. En medio de tanto reality y tantas actividades realizadas “por un sueño”, un poco de ficción alimenta el espíritu.

Nos referimos a “viejo” por tratarse de una remake de la serie realizada por Narsizo Ibáñez Menta en el año 1969. La trama principal involucra a un hombre, falsamente, acusado de conspirar para matar al presidente. Es condenado a muerte y vende su cuerpo a la ciencia para dar una seguridad económica a sus familiares. Sus restos son adquirido por un científico excéntrico que realiza un extraño transplante de sus órganos por partes mecánicas, con lo cual el sujeto cobra vida sediento de venganza.

En los años 70´ era un momento difícil para contar una historia de acusaciones falsas y condenas injustas. La Argentina estaba sumida en una seguidilla de gobiernos militares, que imponían la proscripción del Peronismo y que seis años mas tarde abrirían la puerta a la noche y el horror del último proceso militar.

Pero jamás la intolerancia supo interpretar la sutileza del arte, como no supieron leer el futuro en las estrofas de “Los Dinosaurios, la celebre canción de Charly García, no fueron capaces de ver un dejo de realidad en esta fabulosa composición de Ibáñez Menta.

El tiempo convirtió a “El hombre que volvió de la muerte” en mito. En una clase de ficción que todos añoran pero pocos se animan a producir. Pero no existen saltos sin prueba, el año pasado, “Montecristo” arraso con el rating teniendo como premisa la venganza mezclada con la experimentación genética (Eugenesia) y la búsqueda de la identidad.

Era el tiempo de poner en marcha la remake del clásico de Ibáñez Menta, que Pol-ka adquirió alrededor del 2002. Con un reparto de estrellas importantes, como Diego Peretti y Nancy Duplá, los avances, promociones y afiches prometen equipararse al primigenio producto.

“El hombre que volvió de la muerte” significara una bisagra en la televisión argentina. Su éxito o su fracaso habrá de determinar si nuestros directores y escritores pueden superar el mito de un Narciso Ibáñez Menta, que es el sinónimo del terror y el suspenso, y hasta a veces pareciera que deambula por el imaginario y por los canales de tv, burlando a la muerte, como sus personajes.

*Fotos cortesía de Telenovelas Argentinas.