viernes, septiembre 21, 2007

HERMANOS Y SACRIFICIOS

La industria del entretenimiento japonés, a diferencia de otras alrededor del mundo, se concentra, casi exclusivamente, en el anime. Las historias, ricas en elementos visuales, suelen tener argumentos complejos y brillantes, no muy comunes en las historias de animación convencional. Claro estamos ante un entretenimiento de adultos y las tramas deben responder a ese requerimiento.

El anime es una fuente variada de historias, un muestreo de tiempos y situaciones, que conforman una alternativa estética distinta para el público occidental, lamentablemente poco familiarizado con el género. De dichas producciones solo conocemos algunos animes, que de tan antiguos, nos saben bastante a la infancia. Entre ellos Mazinger, Meteoro y otros, primigenios productos que nada tienen que ver con la industria calificada de animación actual.

Full Metal Alchemist, es un ejemplo de esta industria prolífica y distinguida. Situada en un tiempo incierto, en un país desconocido, cuenta las aventuras y desventuras de los hermanos Elric.



La historia que comienza de lleno con una lucha, entre un sacerdote y Eduard Elric. Ahí mismo en el fragor de la batalla, se devela que su hermano, Alphonse, esta atrapado (en espíritu) en una armadura y, que él, posee una pierna y un brazo mecánico.

Los Elric, con una ventaja mecánica y de habilidad, luchan con alquimia, una práctica que no solo no ha desaparecido, sino que se ha vuelto una fuerza de control del gobierno. Pero, pronto nos enteraremos que los, por momentos, disparatados hermanos, que no tienen mas de doce años, han cometido el peor de los errores.

“No se puede obtener nada sin dar algo a cambio”, este es la apotema que guía a serie y la practica de la alquimia. Es una equivalencia de intercambio que los hermanos intentan quebrar cuando tratan de darle vida a los restos de su madre. Su inexperiencia en la alquimia dio vida a un despojo y tomo el cuerpo de Alphonse y ambos miembros de Eduard. En un último instante y con un círculo de sangre, el espíritu de Alphonse queda atado a una armadura antigua que yacía en el escritorio de su padre.

Los hermanos, a lo largo de toda la serie, intentaran repara su error y recuperar el cuerpo de Alphonse, entrometiéndose en la corrupción de la milicia y en el genocidio de una raza tribal. Pero, también, sus propios fantasmas se verán reflejados en unas inhumanas criaturas que viven a causa de unas piedras mágicas incrustadas en sus cuerpos: Los Homúnculos.

Estos prototipos de seres humanos, nombrados como los pecados capitales, so los experimentos fallidos de la alquimia, esos que no respetaron la equivalencia de intercambio.

Uno a uno, los Homúnculos son vencidos pero cada vez que los Elric avanzan en su extinción mas se complica la situación militar, que ha tomado el control del país a pesar de las continuas insurrecciones del jefe y amigo de los hermanos.

Eduard, es el personaje más complejo de la trama. Casi adolescente, culposo y talentoso, quiere dar su propia vida a cambio del cuerpo de su hermano y al hacerlo y lograrlo, pasa hacia otro lado de la realidad: Alemania dos años antes de la segunda guerra mundial.


De este lado de la realidad, la magia no existe, solo esta su padre y un grupo militarizado (el Tercer Reich) que intenta hacerse del poder. Del otro lado, esta su hermano, con un cuerpo de carne y hueso, con la misma calidad de poder alquímico que él, y Winnie, la amiga o amada, que es la mecánica mas famosa de automail (partes mecánicas) que remplazan sus miembros perdidos.


De ambos lados de los mundos los hermanos lucharan por volverse a reunir pero, esta vez, teniendo en cuenta que “No se puede obtener nada sin dar algo a cambio”.


Como un tributo a esta genial historia, un video con la magnifica composición de Jean Bizet, "Je Crois Entendre Encore", en una estupenda versión de David Gilmour.


1 comentario:

Grupo Leyendas Urbanas Blog dijo...

a mi quien de verdad me marco en mi niñez fue Heidi :)